miércoles, 17 de agosto de 2011

HISTORIA DEL ARTE: géneros drámaticos

En torno a los géneros dramáticos: tragedia, comedia y la pieza.
Las acciones dramáticas que se reseñan a continuación, tuvieron soluciones de distintos géneros; pero, como puede apreciarse, cada una de ellas mantuvo un mismo tono de principio a fin, es decir, permaneció puro el género a través de su trayectoria. 

Insistimos, una acción dramática no comienza en un género y concluye en otro.
El género dramático no comienza con la aparición del cinematógrafo, en el año 1895, que hay que desprejuiciarse y aceptar que:
  • Si bien existe un cine fotográfico (los documentales o la mayoría del “cine de autor”).
  • El resto es cine teatral. 



Lo anterior quiere decir que, desde que Georges Mèliés puso su mano en el asunto, hay que retrotraerse al siglo V  (a.n.e.), donde ya los griegos lo habían ensayado todo. Luego es necesario establecer la diferencia que existe entre los materiales que nos llegan a través de distintos soportes técnicos. 
Se trata esto último de la pantalla grande o la pequeña, el teatro de sala o el de arena, la radio o hasta las revistas o libros (en el caso de los “comics” o muñequitos, o de las fotonovelas), donde además de poder ofrecer historias dramatizadas, hay la posibilidad de proyectar, representar, trasmitir o publicar tipos diferentes de materiales, digamos periodísticos, musicales, didácticos, de participación, entre otros. 
De modo que el soporte es quien proyecta, porta o emite materiales diversos cuyas técnicas de análisis, lógicamente, también lo son.
Para esclarecer las de los géneros de todos los materiales dramatizados, cualquiera que sea su soporte, primero hay que ir a la definición de la disciplina, la que establece que la dramaturgia es el arte de organizar una historia significativa a través de personajes o tipos.
Toda historia que se narre fundamentalmente por medio de personajes o tipos cae en el campo del análisis dramatúrgico, y únicamente de ellos emanan los géneros a los que nos vamos a referir. Es aquí entonces donde aparece el mecanismo de entrada para la definición del género, la clase de solución que tuvo el conflicto, que, a saber, son tres: 
  1. Comprobable (el autor debe demostrar que en la vida sucede de igual manera).
  2. Posible (puede acontecer, pero no siempre resulta así).
  3. Imposible (no hay modo de que pase, según la lógica existencial).  
A su vez estas tres soluciones van a darse en los únicos seis géneros existentes.
  • Tres realistasla tragedia, la comedia y la pieza, que lo son por su máximo acercamiento a la vida. 
  • Tres no realistas: la farsa, la tragicomedia y el melodrama, cuyas soluciones de “divertimentos” van de lo posible a lo imposible. 

Como es de suponer a estas alturas, a los géneros realistas, con la solución de sus conflictos y sus comportamientos, le dan forma los personajes: diseños de personas con su tridimensionalidad, es decir, con una fisiología, una sociología y una psicología.
En tanto que en los géneros no realistas lo hacen los tipos: representación de conceptos, el bueno, el villano, la ingenua, y demás. 
De paso, digamos, que resulta un contrasentido pedirles matices humanos a los tipos de la modalidad dramática telenovela, cuyas posibilidades de divertir son casi siempre las del melodrama; y cuando intenta algo serio, es decir, emular con el género que le canta a los dioses, la tragedia (tendencia que estrenó Alejandro Dumas hijo con La Dama de las Camelias), resulta esa aberración a la que llamamos melodramón, culebrón, etcétera.  

Algo muy distinto resultan cuando nos llegan representadas con la levedad o ligereza de los tipos en el género no realista apropiado, léase Roque Santeiro, Vale todo o Señora del destino. 
Ahora bien, vayamos por paso, independientemente de que la clase de solución del conflicto nos oriente entre género realista o no, los géneros dramáticos tienen elementos definitorios, de los cuales sólo vamos a mencionar el más característico de cada uno.

La tragedia, para que podamos clasificarla como tal, ha de producirse como recurso de solución de la historia que analizamos, y ocasionada por uno de los dos bandos en pugna, una muerte física o psicológica de manera significativa.

Muerte puede haber en cualquier género, hasta en la comedia. Nos viene a la mente de inmediato la comedia inglesa Secretos y mentiras, escrita y dirigida por Mike Leigh, cuyo punto de arranque es el entierro de la madre adoptiva de Hortense, la protagonista. 
Es importante esta muerte en tanto da inicio a la búsqueda de la madre biológica, pero no tan significativo como el hallazgo de la señora primero, y luego la aceptación de la familia, pues se trata de una hija negra y un núcleo familiar blanco.  

En la tragedia no, a la tragedia lo que la define es la muerte física del protagonista, del antagonista o de alguien por quien ambos hayan luchado como presa codiciada, o la muerte psicológica de cualquiera de los antagonistas. 

Muerte psicológica equivale a decir fracaso trascendental, alguien que ha consagrado su vida y sus esfuerzos a otra persona o a una profesión o a una fe o a una causa, y al final del recorrido se ve en la disyuntiva de reconocer que hizo una mala selección.

Y aquí cabe hacer una aclaración: con frecuencia se escucha hablar del drama como género específico, y esto parece ser un error histórico. 

La literatura artística se expresa a través de tres grandes géneros: 
  1. La épicacomprende  la novela, el cuento y otros tipos de narrativa.
  2. La poética, que se ocupa de todas las modalidades de la poesía.
  3. El drama:  la tragedia, la comedia y la pieza, la farsa, la tragicomedia y el melodrama.  El drama es un género matricial.  Tan dramaturgo es un cómico como un trágico. Aclaramos esto a estas alturas, porque parece ser que la confusión viene del recurso de la muerte psicológica. 
  • Hay muerte física, es una tragedia; hay muerte psicológica, un drama. No, ambas soluciones son propias del género tragedia.
  • Drama es la especialidad artístico-literaria que agrupa a los seis géneros que venimos reseñando (la tragedia, la comedia y la pieza; la farsa, la tragicomedia y el melodrama).
La Comedia: aunque poseedora de ciertas actitudes veleidosas, la comedia, por su carácter edificante, siempre vuelve al realismo, concluye en su esfera.
Hay la falsa creencia de que la característica esencial de este género es la búsqueda de hilaridad y no es totalmente así. 
Contrario a la tragedia, el conflicto o  –para decirlo con un término técnico–, la acción dramática, es reversible, tiene arreglo, concluye en un final feliz.

Lo que tipifica a la comedia es que cualquiera de los personajes que guían la acción dramática, el protagonista o el antagonista, o en algunos casos el propio público, padece de:
  • Un vicio.
  • Una aberración. 
  • Al menos una compulsión.

Al final de la historia que nos han contado sufre:
  • Un castigo.
  • Se reforma.
  • Elimina la compulsión.
  • Sencillamente termina aleccionado.

Un caso ejemplar, el filme inglés Secretos y mentiras: a la joven negra Hortense se le ha muerto su madre adoptiva y quiere hallar a la biológica, Cynthia; pero resulta que ésta la concibió en una violación cuando era una adolescente, y su difunto padre y abuelo de la criatura la entregó en adopción sin siquiera mostrársela a su convaleciente hija. 
¿Dónde está el verdadero conflicto y la aberración a desaparecer? 
En que, como ya dijimos, la familia es blanca y termina con la eliminación de su racismo.
Hay otros ejemplos: en Tootsie, de Sydney Pollack, Michael comienza siendo un don juán que utiliza su función de director de un grupo teatral para acostarse con las actrices y, luego cuando, disfrazado de Dorothy, padece las arremetidas de los conquistadores, termina eliminando aquella actitud de juego con los sentimientos ajenos y, por ello, sintiéndose un mejor hombre.  
En Fresa y chocolate, de Gutiérrez-Alea, Tabío y Paz, una de las acciones subordinadas que están en comedia  lo es porque David comienza siendo homofóbico y termina hermanado a Diego.

En tercer y último lugar, entre los géneros realistas, está la pieza, incluso para serlo más que sus dos compañeros precedentes por su fundamental hincapié en la psicología de los personajes.  
El género pieza es muy peculiar, pero su rasgo esencial es que, a diferencia de los otros cinco géneros,  no se estructura sobre una acción dramática básica,
o lo que es lo mismo, no se diseña mediante una lucha de bandos que  haga subir la historia por las seis partes clásicas hacia el clímax,
sino que llega a éste mediante el acumulado de información.  Es decir, los personajes no luchan, se exponen. 

* Este trabajo fue impartido en el Curso-taller de guión de la TV Cubana: Gerardo Fernández García, "La Botija" labotija@tvc.icrt.cu.








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